La ética del samurai en el Japón moderno” de Yukio Mishima, (Alianza Editorial 2013)

     Fue un placer, o diría honor haber podido traducir esta obra como mi primer trabajo en traducción literaria. Lo impresionante de Mishima es su japonés; preciso y decidido como él. Los textos narrados por él es ya un arte que brilla y te despeja. El libro te guía cómo puedes aplicar los consejos del autor de Hagakure, Jyōchō Yamamoto (1659-1719), a tu vida diaria. Y desde luego cómo los seguía Mishima en su vida cotidiana. Algunos son prácticos y otros son filosóficos. Entre estos, me gusta por ejemplo, «tener apuntado en la noche anterior lo que vas a hacer el día siguiente». O también me hace gracia, «cómo detener bostezos». Los samuráis no solamente son las personas lejanas que se ven en las novelas o las películas como personajes míticas, sino eran personas reales como nosotros…  Aparte de las novelas ilustres, puedes encontrar otro aspecto de Mishima.

     Tuve la oportunidad de visitar la provincia Saga donde nació y vivió Jyōchō. Fue una visita corta de paso, sin embargo era suficiente para impresionarme. Bajé concretamente en la estación Arita donde puedes acudir a los sitios relacionados con la cerámica, lleno de zona verde como se encuentra «Hagakure (Escondidos en las hojas)» . Allí descubrí al maestro, más bien el fundador coreano, Yi Sam-pyeong (?-1655) del método de cerámica Arita yaki. Es recomendable hacer una visita a él en su tumba, ya que el panorama desde la cima es maravilloso. Junto con él, puedes saludar a Nabeshima Naoshige, el padre del amo de Jyōchō, en el santuario sintoista Sueyama.

     Me pregunto si Jyōchō llegó a acariciar un cuenco fabricado por Yi.

     A través de un libro, puedes viajar cualquier lugar del universo, atravesando el tiempo.